Mr. Muelle está solo, triste y aburrido.
¡Ah! ¡Pues ahora no!
¿Qué mira?
¿Por qué sonríe?
¿Será porque se acerca Mandarina?
¡Bueno, bueno... ! La verdad es que hacen buena pareja...
¿No os lo decía? El flechazo ha sido instantáneo.
Y, para sellar su amor, nada mejor que un beso de esquimal, frotando las naricillas.
Se les ve felices juntos, pero Mr. Muelle sabe que su historia de amor es agridulce: Mandarina acabará en el frutero un día de estos...
ResponderEliminar¡Lo tuyo es increible! No sé como no te dedicas a hacer cortometrajes, porque tienes una imaginacion enorme. Me ha gustado mucho la historia. Un beso.
Bueno, bueno, esto son solo unas cuantas fotos; lo de hacer películas, aunque sean cortas, es otro cantar...
Eliminar¡Pero, muchas gracias por el piropo!
Muchos besos.
qué cosa tan tierrrrna! me ha encantado
ResponderEliminarbesos
Diana
¡Gracias, Diana!
EliminarMuchos besos también para ti.
¿Quién sabe Esther?.....igual deciden escapar....Mr. muelle iría dando grandes saltos, Mandarina lo seguiría rodando, rodando.......y quizás, sólo quizás, llegarían al reino de los sueños donde triunfaría el amor. ¡¡¡Viva los finales felices!!!
ResponderEliminarUn besote guapa
ana♥
613materika
Pues llevas razón. ¿Por qué pensar en un final triste? Es mucho más bonita la historia como tú la cuentas. ¡Viva el amor!
EliminarUn beso fuerte.
ñik ñik ñik...! Viva el amor naranja!!!
ResponderEliminarBesos, Esther.
¡Viva!
EliminarMuchos besos también para ti, Montse.