¡Hola! ¡Bienvenidos a mi blog!


Quiero que conozcáis mi parte más creativa. En este espacio os muestro las cosas que me gustan: dibujos, muñecos, tarjetas, fotografías..., y toda clase de objetos que se me ocurren y puedo hacer con las manos.


Gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo.




25 de febrero de 2014

Una historia de amor agridulce.




Mr. Muelle está solo, triste y aburrido.




¡Ah! ¡Pues ahora no!
¿Qué mira?
¿Por qué sonríe?




¿Será porque se acerca Mandarina?




¡Bueno, bueno... ! La verdad es que hacen buena pareja...




¿No os lo decía? El flechazo ha sido instantáneo.




Y, para sellar su amor, nada mejor que un beso de esquimal, frotando las naricillas.




Se les ve felices juntos, pero Mr. Muelle sabe que su historia de amor es agridulce: Mandarina acabará en el frutero un día de estos...


17 de febrero de 2014

100% algodón.


Hace tiempo que no os hablo de mi sobrinito Adrián.
El 1 de febrero cumplió un añito, y está para darle un mordisco, de lo rico que es.
Hoy quiero enseñaros la bolsa que le hice unos meses atrás y que lleva a todas partes.




Mi hermana  guarda en ella la merienda cuando van a pasar la tarde fuera de casa.



Hasta hace poco, sus meriendas consistían en un biberón de papilla con leche y poco más...
Pero ahora, aunque solo tiene seis dientes, Adri come de todo. ¡Pero de todo, de todo!



Así que, en cualquier momento su mamá llenará esta bolsita con bocadillos de chorizo que devorará Adri comilón.



Para las fotos he rescatado a Olivier, el muñeco que le regalé cuando era un bebé minúsculo.



Me encantan las telas de algodón de cuadritos vichy.


Estos dos retales que veis aquí abajo están a la espera de ser convertidos en dos preciosas bolsas.
Son de Black Oveja, la tienda-taller de la que ya os he hablado otras veces.


Uno, de lino, con cuadritos en tonos marrones. 



El otro, de algodón, con un estampado de animalitos muy gracioso.


Las telas bonitas son mi mayor fuente de inspiración. Inmediatamente imagino miles de cosas que puedo hacer con ellas.
¡Miles de ideas y poco tiempo...!



10 de febrero de 2014

Frío, frío.

Hace frío. ¿En tu ciudad no?
Pues en la mía sí. Mucho.



Así que, ahora hago mis muñequitos con gorro, para que no se constipen.




Ayer por la mañana, estos dos se empeñaron en salir a la calle.
A pesar de las bajas temperaturas, les di permiso porque iban bien abrigados.




Al salir del portal... ¡Oh!¡Sorpresa!
¡Estaba nevando!




¡Menuda fiesta!
¡No os imagináis lo bien que lo pasaron!
Patinaron, resbalaron, se lanzaron bolas... y les salieron unos coloretes muy graciosos.




Para tener un recuerdo, me pidieron que les hiciera una foto.
No paran de mirarla.
Los dos cruzan los dedos para que el próximo fin de semana vuelva a nevar otra vez...



5 de febrero de 2014

Un pequeño detalle.


Hoy quiero enseñaros cuatro modelos-prototipo de regalitos para entregar a los niños invitados a una comunión.
El encargo que recibí era totalmente libre y sin condiciones (que es lo que más me divierte), así que puse mi cabeza en funcionamiento y me salieron cuatro ideas:

Diminuta en cajita:

A esta rubia diminuta ya la visteis aquí.




Entra y sale a su antojo, pero a la hora de dormir siempre vuelve a su cajita de cerillas.



Bolsa de papel con caramelos y diminuta:

¡Doble regalo!



Los caramelos se saborean, se disfrutan... y se acaban. 






Pero nos queda la diminuta, que nos acompañará para siempre jamás.



Cajita de cartón con caramelos y sello de puercoespín:









¿Tirarías la caja cuando te comieras los caramelos?



Casita de cartón:







Unos habitantes muy dulces los de esta casita.



Se me ocurren otros objetos que podemos guardar en ella cuando quede vacía: pendientes, anillos, horquillas, botones... en fin, cosas bonitas y pequeñas.

Mi favorito... mi favorito...; de estos cuatro modelos no sabría por cuál decidirme.

Tú, ¿con cuál te quedarías?


3 de febrero de 2014

Objetos valiosos.


Algunos objetos que tengo en mi casa han estado conmigo desde que era pequeña.
Todos me traen buenos recuerdos, y quiero compartir con vosotros la historia de algunos de ellos.


Peine sirena:




Mi tía nos regaló unos peines de sirena a mi hermana y a mí durante unas vacaciones de verano en Oropesa del Mar. El de mi hermana era naranja y el mío azul, mi color favorito por entonces.
Hace unos meses vi en una revista un peine igual, de color rojo, en una sección de objetos de almoneda. Su precio rondaba los 25 euros. Se ha revalorizado por lo que se ve, pero... ¡el mío no lo vendo ni por todo el oro del mundo!


Monito:


También mi hermana tiene uno igual. 
Si le aprietas ambos lados del culete, abre los brazos y se agarra a cualquier sitio como una pinza.
Nos los compró mi madre en una tienda de frutos secos del barrio. Desde entonces, aquella tienda perdió su nombre propio y pasó a llamarse "donde los monitos".


Osito:


Otro regalo de mi tía. Un osito que se chupa el dedo.
Está relleno de unas bolitas grises. Con el tiempo fue perdiendo gran parte de esas bolitas y se quedó muy flacucho y blando. Hace poco lo rellené con guata y zurcí algunas partes que estaban rotas o pasadas.
No sé si será por su carita triste, pero dan muchas ganas de cogerlo y abrazarlo.


Juego de desayuno:




Este plato forma parte de un juego de tazas de desayuno y cafetera que me regalaron mis abuelos paternos cuando hice la primera comunión.
Siempre ha estado en casa de mis padres; hasta hace unos años que, buscando tesoros ocultos en los armarios del salón, lo encontré y lo traje a mi casa.
Mi teoría sobre este regalo es la siguiente: en su momento debió de gustarme bastante, porque Heidi era uno de mis personajes favoritos. Más tarde, se pasaría de moda y, de repente, empezaríamos a verlo infantil y anticuado.
Pero pasa que, al cabo de muchos años, llega un momento en que recuerdas tu infancia con cariño, con mucho cariño. Y te encantaría recuperar aquella época. Y crees que puedes hacerlo a través de los objetos que te pertenecieron entonces...